Según Celia Olivares, secretaria general de la Unión Nacional de Asociaciones de Familia (UNAF), que posee un servicio de mediacón desde 1989, cuando existe un maltrato hay "una relación de poder clarísima, de sometimiento y de no resistencia, y difícilmente se puede negociar cuando existe una relación de poder".

En declaraciones a Servimedia, Olivares explicó que "cuando existe un sometimiento de la víctima el acuerdo al que se llega no sólo suele ser improductivo, sino que además se puede agravar la situación de la víctima".

Por su parte, la directora del programa de mediación de la ATIME, Trinidad Bernal, precisó que s la mediación, como pretende el Ejecutivo, se oferta desde los juzgados, ésto "invalida los criterios esenciales de la mediación: la voluntariedad de las partes que se someten a ella y la imparcialidad del mediador".

"Dudo mucho de que el contexto judicial sea el lugar idóneo para hacer algo que se tiene que hacer desde un enfoque extrajudicial", explicó, porque, a su juicio, la mediación es una alternativa a las medidas judiciales, porque consiste principalmente en "desjudicializar los acuerdos", subayó.

Bernal añadió que la mediación es una medida válida y una buena alternativa, pero no para todo el mundo. "Tenemos muchas experiencias de situaciones de ruptura familiar donde hay mucha violencia y son situaciones muy duras que se mantienen y que la mediación logra apaciguar". Sin embargo, precisó que en la mayoría de estos casos suele imponerse la "irracionalidad".

La responsable del programa de mediación del Centro de Mediación de la asociación ATIME, Trinidad Brnal, aseguró hoy a Servimedia que ofertar servicios de mediación desde los juzgados "invalida los contenidos esenciales de este servicio: voluntario y donde se garantice la imparcialidad del mediador