El proyecto, perteneciente al Área de Gobierno de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, está dirigido a jóvenes cuyas condiciones personales y sociales les dificultan el acceso a un trabajo normalizado. Son jóvenes con una baja cualificación y que pertenecen a entornos familiares con graves problemas sociales.

Escolarización insuficiente debida al abandono prematuro del colegio, baja autoestima y escasa tolerancia a la frustración son algunas de las características que definen el perfil de este colectivo.

Entre las situaciones personales de estos jóvenes figuran madres adolescentes, jóvenes con discapacidad, menores inmigrantes, menores en situación de desamparo próximos a alcanzar la mayoría de edad -momento en que quedan fuera del sistema de protección de menores sin contar con la autonomía suficiente para llevar una vida independiente-, jóvenes de entre 18 y 21 años sin hogar y que han comenzado a frecuentar la red de albergues, y menores en conflicto social que han sido objeto de alguna medida judicial.

Con este plan, el Ayuntamiento de Madrid quiere conseguir que el empleo y la inserción laboral tenga para estos jóvenes un atractivo mayor que las prestaciones sociales.

Durante el primer semestre del año el programa ha atendido a 1.600 jóvenes, de los que el 59% son chicos y el 41% chicas. Por nacionalidad, el 61% son españoles y el 39%, extranjeros.

De estos, 582 jóvenes han sido contratados, al menos en una ocasión, por alguna empresa, si bien algunos han suscrito más de un contrato de trabajo en este periodo, elevando a 742 el número total de contratos laborales firmados.