El animal, de nombre "Motetes", llegó para quedarse con una pareja de jirafas, macho y hembra, pero de momento permaneceá aislada en observación durante siete u ocho días.

El viaje duró más de seis horas y comenzó a mediodía de ayer, cuando una grúa elevó la caja que contenía a "Motetes", superó la verja y algunos árboles de la institución valenciana y la depositó en un camión.

A partir de ese momento, el viaje a Madrid transcurrió a velocidad de regreso de puente, poco más de 50 kilómetros por hora, para evitar movimientos bruscos al animal y proporcionarle la mayor comodidad posible.

Ya a las puertas del reinto madrileño, sobre las 20,30 horas de ayer, otra grúa introdujo en el parque a la jirafa. Después de la semana de observación, "Motetes" tendrá una relación exclusivamente visual con sus nuevos compañeros durante unos días; después, podrán mantener un contacto físico restringido a través de rejas.

Si después de todo esto no se producen intentos de agresión, los tres ejemplares ocuparán la misma parcela, aunque sometidos a continua vigilancia hasta que haya garantías de una pacífica convivencia del rupo.

La nueva jirafa del Zoo de la Casa de Campo pesa 400 kilos y es de condición tranquila y apacible. Los responsables del recinto prevén proporcionar en el futuro nuevos compañeros al grupo de jirafas: ocho ñus y cuatro cebras.