La denuncia del establecimiento fue recibida por la policía a mediados d la pasada semana y poco después los agentes detuvieron a la cajera, Ana Isabel B., de 22 años, y a un 'cliente', José Luis R.G., de 44, que acababa de pasar la caja con un carro repleto de cajas de botellas de güisqui y otros licores sin que la compra hubiera quedado registrada.

Esta y otras operaciones similares habían quedado grabadas por las cámaras de vídeo que el dueño del establecimiento instaló cuando comenzó a sospechar del fraude.

La detenida reconoció ante la policía haber cometido el raude, pero aseguró que lo hizo presionada por José Luis R.G., quien le prometió 500 pesetas por botella y, sin embargo, luego le pagaba menos.

Asimismo, otros pequeños industriales y comerciantes de la zona, cuya identidad está investigando la policía, también intervinieron en el fraude de la misma manera. La joven reconoce haber obtenido una cantidad próxima a los dos millones de pesetas, mientras que el número de operaciones ilegales ascienda a 70, con una cuantía de 65 millones defraudados.

Ls dos detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado el ingreso de ambos en prisión.