MADRID. UNA DE CADA TRES AGUILAS IMPERIALES ENVENENADAS EN ESPAÑA MUEREN EN MADRID

MADRID
SERVIMEDIA

Casi un tercio de las águilas imperiales que mueren envenenadas en Españason halladas en la Comunidad de Madrid, según los datos del Programa Antídoto, integrado por ocho organizaciones conservacionistas.

De las 53 águilas imperiales envenenadas en España desde 1990, 16 se recogieron en el suroeste de la Comunidad de Madrid. El número puede aumentar, si las pruebas toxicológicoas conirman los indicios periciales previos de muerte por veneno del ejemplar encontrado en Navalagamella el pasado mes de octubre.

Una situación similar ocurre con otra especie peninsular emblemática en peligro de extinción, el buitre negro. De los 71 ejemplares envenenados esta década en toda España, 22 corresponden a la comunidad madrileña.

Según WWF/Adena, una de las organizaciones que participan en el Programa Antídoto, los cebos envenenados utilizados ilegalmente por algunos gestores de cotos de aza menor van dirigidos, fundamentalmente, contra zorros y urracas, ocasionales depredadores de huevos y pollos de perdiz.

Las zonas más castigadas de la Comunidad son el suroeste, en concreto los valles del Alberche y Guadarrma, y la zona centro-este, los valles de Henares, del Jarama y el Torote. Estas áreas albergan las poblaciones más imporantes de conejo, que sirven de alimento a buitres, águilas y otras rapaces.

Los cotos en los que se ha detectado el uso de venenos durante los últimos nuev años se localizan en Villanueva de Perales, Villamantilla, Villamanta, Navalagamella, Arroyomolinos, Colmenar de Arroyo, Cadalso de los Vidrios, Robledo de Chavela, El Escorial, Villa del Prado, San Martín de Valdeiglesias, Griñón, Navalcarnero, Meco, Los Santos de la Humosa, Daganzo de Arriba y Algete.

Las organizaciones conservacionistas mantienen que, a pesar de las denuncias interpuestas contra estos cotos por el Programa Antídoto y el aumento de la vigilancia por parte del Servicio de Protecciónde la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, la Consejería de Medio Ambiente no los sanciona.

Por este motivo, WWF/Adena se ha dirigido al consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, para solicitar "un mayor grado de compromiso normativo y sancionador contra el uso de cebos envenados y ofreciendo su colaboración para lograr una mayor eficacia en la lucha contra este problema".

(SERVIMEDIA)
16 Nov 1999
GJA