Según el sindicato, "se trata de un documento muy importante que supone un claro avance en la regulación de una renta mínima para las personas en situación de necesidad y mejora sustancialmente la regulación del actual IMI".

Entre los avances alcanzados, UGT destaca que esta percepción supone un derecho subjetivo, de forma ue, cumpliendo los requisitos, la renta mínima se convierte en un derecho.

Además, los requisitos quedan reducidos a tener residencia en la Comunidad de Madrid, ser mayor de 25 años y menor de 65, carecer de recursos o ser insuficientes y constituir una unidad de convivencia independiente.

También se han ampliado los colectivos que sin estar en la edad anterior tendrán derecho a la percepción: menores de 25 o mayores de 65 años con menores o discapacitados a su cargo; menores de 25 que hayan estao tutelados por la Conunidad de Madrid; menores de 25 en situación de orfandad absoluta, de grave exclusión social o que participen en un programa de inclusión social, y mayores de 65 años que no sean titulares de pensión.

UGT también valora que la renta mínima sea complementaria de otros ingresos, con lo que no solamente se cubre la ausencia de rentas, sino también su insuficiencia.

Sin embargo, el sindicato cree que hay puntos se debían haber concretado y aclarado más y que "alguna precipitació" ha impedido introducir más mejoras en el texto final, aunque considera que hay aspectos que aún se pueden mejorar durante el desarrollo reglamentario de la ley.