En torno a las 4,00 horas de esta madrugada el agua que caía convirtió el subterráneo de la calle Cardenal Cisneros en una auténtica balsa en la que quedaron atrapados numerosos vehículos. Tras la intervención de los bomberos y la policía, pasada media hora, pudieron rescatar los coches que habían quedado atascados.

También la M-30 sufrió un importante corte en las dos direcciones a la altura de la Avenida de a Ilustración, debido a que el abundante agua que caía provocó corrimientos de tierra que impedían el paso de los vehículos. Además, los agentes de la policía y bomberos temían por la posibilidad de que una farola cayera en medio de la autovía. A partir de las 8,00 horas se ha comenzado a restablecer el tráfico.

Por otra parte, el subterráneo de la Calle Corazón de María ha permanecido cerrado hasta las 8,00 horas de esta mañana.

Otro punto conflictivo fue la Avenida de Valladolid a la altura delpuente de los Franceses, donde hasta las 7,30 horas de esta mañana solo había un carril libre en dirección al Pardo.

El río Manzanares amenazó de nuevo con desbordarse a la altura de la Ermita del Santo, por lo que se avisó inmediatamente para que el responsable procediera a abrir las compuertas y evitar un desastre como el ocurrido el pasado 24 de junio.

Además, los bomberos y la policía recibieron numerosas llamadas debido a la caída de árboles, farolas, cornisas, tejados y al hundimiento de teados en viviendas particulares, aunque la policía informó que no se ha registrado ningún herido.

Según fuentes de los bomberos de la Comunidad de Madrid, éstos tuvieron que realizar 250 intervenciones desde las 2,00 horas de la madrugada hasta las 11,00 horas de esta mañana. Las dos zonas más afectadas de la región han sido, por un lado, los pueblos de Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón, Pozuelo, Majadahonda y las Rozas, y por otro, el triángulo geográfico que conforman las localidades de Argand del Rey, Belmonte del Tajo y Caravaña.