El trabajador tenía poca experiencia en este trabajo, según comentaron algunos compañeros de la contrata de limpiezas Duma, a la que pertenecía. La bóveda está justo encima del famso 'parquét', como también se llama a la sala de operaciones de la Bolsa.

Según testigos presenciales, el operario caminaba apoyado en el soporte metálico del cristal de la bóveda sin ningún tipo de sujección como medida de seguridad, al parecer, igual que lo hacen sus compañeros. Sin embargo, en lugar de pisar en hierro, apoyó el pie en el cristal y éste se rompió, cayendo el joven de una altura de 18 metros sobre el mencionado 'parquét'.

Los servicios del Samur no pudieron hacer nada: la víctim murió en el acto, en medio de un gran charco de sangre. El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense.