En este mercado, que ayer domingo ya registró la afluencia de centenares de coleccionistas dispuestos a completar sus albumes cambiando o comprando los cromos que les falta, Ronaldo ha llegado a cotizar a 800 pesetas.

La razón estriba en queRonaldo es un fichaje muy tardío, por lo que sus cromos han salido más tarde a la venta y son más escasos. Es pura casualidad la circunstancia que en esta temporada hayan coincidido el fichaje más caro y el cromo más cotizado, ya que en la pasada el mejor pagado en el Rastro era Rincón, el futbolista del Madrid que fracasó deportivamente a su paso por el equipo de Chamartín.

Según explicaron a esta agencia varios coleccionistas, un jugador que alcanzará una elevada cotización es Bejbl, el fichaje chec del Atlético de Madrid que todavía no ha salido en las colecciones.

Pero los más caros podrían llegar a ser, por su condición de fichajes de última hora, Fernando Couto, el jugador portugués que acaba de fichar por el Barcelona, y Conceiçao, el brasileño que está a punto de integrarse en las filas del Real Madrid.

Entre los jugadores que cotizan actualmente en el mercado, el más caro, tras Ronaldo, es Pizzi, que se mueve en torno a las 200 pesetas. Del Madrid el más caro es Secretario, en tanto ue sus grandes figuras, Suker y Mijatovic, no despiertan grandes emociones en el mercado de cromos del Rastro.

Este mercado, que el pasado domingo comenzó a operar ya a plena actividad por primera vez en esta temporada, reune a coleccionistas venidos no sólo de la capital sino también de los pueblos de la provincia de Madrid.

Hay coleccionistas adultos, pero predominan los niños y adolescentes que acuden casi siempre al mercado acompañados por sus padres, que actúan a modo de agentes o 'brokers',paseándose entre los corros de negociación con listados de cromos en sus manos.

La temporada pasada, cuando Freddy Rincón fue el jugador más cotizado, llegaron a pagarse 1.000 pesetas por él. Otros cromos que alcanzaron una elevada cotización fueron los de Alfonso y Julio Salinas, por quienes llegaron a pedirse 300 pesetas.