Rincón alcanzó el pasado domingo una cotización de 500 pesetas, después de llegar a un precio máximo de 1.000 pesetas sólo una semana antes, lo que le convierte en el cromo más caro de la colección de la Liga de Fútbol 1995-96.

Los niños y adolescentes que participan en este mercadillo informal de crmos suelen ir acompañados de sus padres, que en algunos casos aconsejan a sus hijos en sus intercambios y en otros se limitan a observar las negociaciones.

Otros cromos de jugadores que, por su escasez, han alcanzado una alta cotización en este mercadillo son los de Alfonso, del Betis, y Julio Salinas, del Sporting de Gijón, por quienes el pasado domingo llegaron a pedirse 300 pesetas. También destacaba por su carestía el atlético Pantic, a 75 pesetas.

Aparte de la venta de cromos por dinero en eectivo, lo más habitual suele ser, como es tradicional, el trueque, en el que el afortunado poseedor de un ejemplar raro lo intercambia por varios más fáciles. El paquete de cromos cuesta 30 pesetas y entran seis.