En el siniestro resultaron heridas cuatro personas, los dos abuelos propietarios de la vivienda, Germán López Pizarro y Carmela López Otero, y dos de sus nietos, Jaime López García y Germán López Sanchez. Este último permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital 12 de Octubrede Madrid y el pronóstico es grave. Otra nieta que también se encontraba en la vivienda salió ilesa.

Según el portavoz de Repsol-Butano, los técnicos de su compañía se encontraban en la urbanización de "La Berzosa" realizando los trabajos habituales de mantenimiento, cortando el gas por zonas y comprobando si existía alguna anomalía. Según las mismas fuentes, los técnicos no habían llegado aún a la zona donde se produjo la explosión.

Las mismas fuentes informaron a Servimedia, que en sus teléfono de averías 901 12 12 12, que funciona las 24 horas del día, y el de atención al usuario 901 100 100, no se había recibido ningún aviso de los propietarios de esta urbanización, porque las llamadas se registran todas y no se cierran hasta que no hayan sido atendidas. El criterio de Repsol-Butano es que las llamadas por averías se atiendan en un máximo de dos horas.

El portavoz de la compañía explicó que sus técnicos se desplazaron al lugar del suceso en menos de media hora aunque, señaló, que las invetigaciones no han permitido aún conocer las causas exactas de la explosión.

Según las mismas fuentes, las conducciones generales que llegan hasta la puerta de la vivienda no presentan alteraciones, por lo que aún no han determinado si el escape compete a Repsol o si por el contrario se produjo por algún escape o llave mal cerrada en el interior de la vivienda, en cuyo caso la responsabilidad no sería de la compañía.

Repsol-Butano procedió ayer a aislar la zona donde ocurrió el siniestro y cortó e suministro de gas en ese área. El suministro continúa cortado hoy y la compañía está sustituyendo el servicio provisionalmente por bombonas grandes, para que los vecinos no se queden sin gas.

La compañía ha tomado todas las medidas necesarias para que no se produzcan nuevas explosiones y asegura que no existe peligro. Durante la noche, los operarios de Repsol-Butano no sólo han cortado el gas, también han vaciado las conduciones para sustituirlas por otras nuevas.