Según copia de facturas aportadas por Gatell, de los casi 2,5 millones recibidos por la empleada de la Agencia Antidroga entre junio de 1999 y marzo de 2000, más de un millón corresponden a supuestos cursos de formación impartidos y el resto, a tapicería, como adquisiciones de "talefán rombos, algodón y poliester, seda adamascada, raso colores, visillo de tergal o confección de cortinas". Gatell explicó que esta trabajadora administrativa, tras ser despedida, acudió a Magistratura, que falló declarando nulo el despido y condenando a la Agencia Antidroga a la inmediata readmisión.

Asimismo, la sentencia considera probado que la trabajadora "percibía en contraprestación determinadas cantidades previa presentación de facturas mensuales firmadas por ella como si impartiese cursos de formación para la Agencia Antidroga o impresos con la firma comercial de Tapicería S.F.C. y en las que sedetallaban supuestas ventas de diversos productos".

El auto señala que "la presentación de facturas por unos supuestos cursos de formación y la más que anómala facturación de variopintos productos de tapicería es una práctica administrativa que incluso podría ser objeto del oportuno testimonio al Ministerio Fiscal para depurar posibles responsabilidades, si se comprueba la inexistencia de tales suministros".

Sobre este último asunto, el diputado socialista dijo que pedirá la comparecencia del conejero de Sanidad, Ignacio Echániz, ante la Asamblea de Madrid para que dé explicaciones sobre estas prácticas y pedirle que lleve el tema ante la Fiscalía. "Si no lo hace, desde el PSOE estudiaremos hacerlo", añadió.

Gatell dijo que Cabrera estaba citado para comparecer ante la Comisión de Vigilancia de las Contrataciones de la Cámara regional el 6 de junio para explicar el caso de la trabajadora citada. "No se ha querido que acudiese y por eso ha dimitido", concluyó.