Una de estas bibliotecas está situada en los jardines del arquitecto Herrero Palacios, y la otra, cerca de la estatua dedicada a Benito Pérez Galdós. Durante los casi veinte años que funcionaron, los madrileños podían leer sus libros en cualquier rincón del parque, e incluso era constumbre la lectura en voz alta, sgún informa el PSOE en un comunicado.

EL concejal socialista Rafael Merino resalta que "hay que revitalizar la lectura en los parques madrileños y convertirlos en espacios de lectura, a la vez que de disfrute de la naturaleza, y nada mejor para ello que poner en marcha esas biobliotecas al aire libre".

Para ello, propone incluir libros relativos a la historia del Retiro y a temas relacionados con la arboricultura, la jardinería, el paisajismo y la fauna, y facilitar la lectura pública con la coloación de atriles, bancos y butacas "adaptados estéticamente al resto del parque".