El citado documento tiene como base común la apuesta por la política con ética, transparencia y austeridad, así como de respeto a los mandatos electorales de los ciudadanos.

Los firmantes reconocen que los distinos grupos municipales deben contar con los medios económicos y materiales para el ejercicio de sus tareas de Gobierno u oposición y defienden que deben generalizarselas comisiones de vigilancia de las contrataciones, que deben ser presididas por un concejal de la oposición.

El protocolo asegura la participación de ediles de todos los grupos en consorcios, empresas y patronatos municipales según la representación proporcional al número de ediles, y que todos los cargos electos que participen en tribunales de selección de personal no podrán percibir ni dietas ni otras retribuciones.

Por último, los tres partidos se comprometen a que los alcaldes y portavoces cn dedicación exclusiva tengan "como referencia simbólica" en sus retribuciones "una peseta más que la de los funcionarios de mayor grado".