MADRID. LA POLICIA ESCLARECE EL ASESINATO DEL EMPRESARIO FERMIN CANALES Y DETIENE A SU ESPOSA Y GUARDAESPALDAS

- La mujer dice que pretendía "darle un susto" para que cambiase su forma de vida irregular

MADRID
SERVIMEDIA

Funcionarios de la Sección de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial han esclarecido, 24 días después de que fuera descubierto el cadáver, el asesinato del empresario ermín Canales, de 60 años, deteniendo a su esposa, Sara S.C., de 49 años, y a su hombre de confianza y guardaespaldas, Florencio G., de 35, como autores del crimen, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El cadáver de Fermín Canales, dueño de una empresa inmobiliaria, fue "descubierto" el pasado día 1 por su esposa en el domicilio de ambos, situado en la calle Quintana del distrito de Moncloa. El cuerpo estaba tendido en la cama, semidesnudo y con fuertes traumatismos en el cráne, por lo que la policía dedujo que había sido sorprendido durmiendo la siesta el día anterior y golpeado con un objeto contundente que no fue hallado.

Los investigadores comprobaron que las vías de acceso no habían sido manipuladas ni forzadas ni existía desorden en la vivienda, por lo que descartaron en principio el robo como móvil del crimen. Además, el cuerpo no presentaba señales de defensa.

Todo ello hizo que las gestiones policiales se orientaran al entorno familiar y amistades de la víctim, averiguando que sólo tres personas disponían de llaves de la puerta blindada del inmueble: el propio Fermín Canales, cuyo llavero fue hallado junto a su cadáver, su esposa y el portero de la finca.

El portero declaró haber visto salir del edificio, sobre las 18,30 del 28 de febrero, a Sara S., quien le dijo que su esposo se había quedado acostado y medio dormido.

El examen forense determinó que el empresario murió entre las 17,30 y las 19 horas de ese día, por lo que los funcionarios centraron u investigación en la mujer y su chófer, secretario, guardaespaldas y hombre de confianza de la víctima, Florencio G., de nacionalidad argentina.

Las sospechas se acrecentaron cuando los funcionarios descubrieron que se había producido una entrevista entre ambos esa misma tarde, poco antes de la muerte, por lo que los detuvieron el pasado jueves.

"DARLE UN SUSTO"

Tras ser arrestada, la mujer declaró que se había puesto de acuerdo con Florencio G. para "dar un susto a Fermín", con el fin de obliarle a cambiar de actitud por la vida tan irregular que, según ella, llevaba. Señaló que se habían casado en septiembre del pasado año y poco después sus relaciones se deterioraron y agregó qe su marido vendió algunas propiedades de ella quedándose con el dinero.

Según el relato de la detenida, el 28 de febrero, después de comer juntos en un restaurante, se dirigió con su marido a domicilio, donde él se acostó a dormir la siesta. La mujer aprovechó para llamar a Florencio G., quien entró por el garajede la finca y después la sospechosa le facilitó la entrada a la vivienda.

Sara S.C. agregó que entonces dejó a los dos hombres solos y se dirigió a un chalé que posee en Galapagar, donde esperó el regreso de su cómplice, quien llegó dos horas más tarde y le explicó que había dado una gran paliza a su marido y que tal vez se había pasado, por lo que podía haberle matado.

Además, le entregó un martillo con el que le había golpeado en la cabeza para que se deshiciera de él, lo que la mujer hizo arroándolo a un contenedor. La mujer también afirmó que días pasados Florencio G. le dio un reloj "Rolex" que había sustraído a su marido el día del crimen para que también se deshiciera de él, al darse cuenta de que la policía le consideraba sospechoso.

Según la detenida, desde el crimen su cómplice la tiene amenazada y se apodera de todo el dinero que puede. Explicó que el matrimonio conoció a Florencio G. poco después de la boda con motivo del alquiler de un piso y entonces se presentó como David, médio y espía de una embajada. A partir de entonces, se ganó su confianza y se convirtió en secretario y guardaespaldas de la víctima.

Florencio G. tiene antecedentes por robos con intimidación en Granada y Baleares, donde tras ganarse la confianza de varias mujeres previamente escogidas, les arrebataba el dinero, las joyas y otros objetos de valor empleando la violencia.

(SERVIMEDIA)
25 Mar 1995
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