El documento define los conceptos "agresión y amenaza" y se compromete a desarrollar un plan para cada uno de los centros de Salud de la región. Además, señala la CESM, se percibe una mayor implicación por parte de las autoridades competentes, al explicar la necesidad de un acompañamiento penal en la resolución de los casos de agresión hacia los médicos; y se reconoce la posibilidad de que los gerentes de los centros sanitarios se presenten como parte de las declaraciones.

Por otra parte, el texto rconoce la sobrecarga de trabajo de los facultativos y las expectativas de los usuarios como posibles factores generadores de este tipo de violencia e introduce la necesidad de adecuar las plantillas y de ofrecer una información más realista sobre las prestaciones, como medidas preventivas de agresiones y amenazas.

CESM-Madrid echa en falta algunas reivindicaciones de gran importancia y por las que va a continuar presionando, como por ejemplo, la existencia de abogados penalistas que se pueden presenta como parte denunciante.

Por último, manifiesta la necesidad de que se reconozcan las agresiones sanitarias como accidente laboral, un aspecto que si bien es contemplado de manera implícita por este documento, no queda expuesto de forma contundente.