Candil reiteró, tras una reunión de la junta deportavoces, que la concesión fue "un proceso muy irregular, con lagunas y contradicciones muy importantes en la documentación entregada".

El diputado de IU acusó al consejero de Hacienda, Antonio Beteta, de querer tender "una cortina de humo" sobre este asunto, al reprocharle a él que hiciera un gesto de incredulidad con la mano cuando explicaba la adjudicación ante el pleno de la Asamblea regional el pasado jueves. Beteta interpretó que le había dirigido un gesto obsceno, al mostrarle el puño con el edo corazón estendido.

"Lo malo", continuó, "no es que le hayan dado a dedo una concesión al señor Botín, lo malo ha sido dársela al Santander, pretendiendo que no se notara que se daba a dedo, cuando lo que se ha hecho es eso realmente".

En su opinión, "se ha hecho una especie de gran maquillaje, organizando un comité de selección que no ha funcionado y no ha servido para nada y que lo que ha hecho ha sido adjudicar a unas entidades que estaban perfectamente definidas antes de hacer el paripé deselección".

Según Candil, "hay documentacion suficiente para probarlo, ya que hay un conjunto de barbaridades administrativas de gran calibre".

Respecto al gesto que hizo con el dedo corazón a Beteta, afirmó que no le pesa "en absoluto" haberlo levantado. "Si alguien cree que el dedo significa otra cosa, que diga qué y que haga lo que le parezca pertinente con el dedo".

Manuel Cobo, portavoz del PP, afirmó que Candil tendrá que "desmentir todas sus acusaciones y pedir disculpas" y señaló quela "unica cuestión de fondo es si se le debe dar a Cajamadrid o no la concesión".