La idea de IU se basa en la constitución de un Gobierno regional con una concepción global de región y no como una suma de políticas sectoriales.

Pérez puso como ejemplo el servicio público que debería organizarse en torno a objetivos concretos, como la obtención de recursos, la industria o las políticas sociales, compromisos ue deben ser horizontales para todos los departamentos de la Administración autónoma.

En esta misma línea, propuso la creación de un organismo que coordine las políticas de la CAM con los ayuntamientos de la región, basado en la solidaridad y en la corresponsabilidad en las acciones a emprender.

Para eso, Pérez dijo que hace falta un Gobierno equilibrado, donde ninguna consejería disponga de un presupuesto superior al 13% del total regional, con el fin de no propiciar "macroorganismos".

Pére explicó que lo destacable no es si el PP o el PSOE proponen que la Administración cuente con una plantilla de 28.000 ó 30.000 funcionarios, sino ofrecer un servicio ágil, eficaz y basado en la transparencia.