Los investigadores no descartan que el móvil sea económico, ya que la víctima había suscrito un seguro de 20 millones de pesetas en caso de accidente. De acuerdo con las mencionadas fuentes, a María Luisa se le intervino, en el momento del arresto,una jeringuilla de alimentación repleta de un líquido de color azulado y una segunda con restos de otro rojizo.

En la habitación que ocupaba la detenida en la vivienda de unos amigos de Getafe guardaba dos botellas: una de metanol (alcohol de quemar) y otra de amoniaco. El líquido que contenía esta última, con una calavera en la etiqueta indicadora de su toxicidad, es del mismo color que el de la primera jeringuilla.

El pasado 31 de mayo ingresó en el Hospital de Getafe Pedro C.R., de 59 años, quen sufría quemaduras en el 6 por ciento de su cuerpo y presentaba una fuerte intoxicación por inhalación de humo. Había sufrido las lesiones en el garaje de su domicilio cuando estaba revisando su coche.

Los responsables de los servicios médicos del hospital de Getafe comenzaron a sospechar que algo anómalo ocurría con el enfermo, porque estaba intubado y con suero y, en ocasiones, los distintos conductores aparecían inexplicablemente cerrados. Por su parte, el paciente no salía de su estado de semiinonsciencia.

A los médicos también les llamó la atención el comportamiento extraño de la esposa, que acudía a visitarle a horas intempestivas y cerraba la puerta de la habitación.

ADVERTENCIA

El pasado día 5, los facultativos recibieron en el hospital la llamada de un familiar de Pedro, quien les pidió que tuvieran cuidado con María Luisa. Las enfermeras empezaron a vigilar a la sospechosa y descubrieron que ésta escondía algo entre las sábanas: se trataba de la jeringuilla con el líquido azul. Agentes del Grupo de Policía Judicial acudieron al centro médico y decomisaron la jeringuilla y otra que María Luisa llevaba en el bolso. En la papelera hallaron dos frascos vacíos supuestamente arrojados por la mujer, ya que no correspondían a ningún medicamento utilizado en el hospital.

Al conocer la detención, acudieron a comisaría las personas que tenían alojada en su domicilio de Getafe a María Luisa, quienes informaron a los funcionarios de la conducta extraña que mantenía la mujer.

En a habitación que ocupaba fueron decomisadas dos botellas: una medio vacía, con un líquido azulado y la calavera indicadora de su toxicidad, y la otra repleta de alcohol de quemar.

María Luisa negó en su declaración las imputaciones que se le formularon, y en concreto el delito de asesinato en grado tentativa. Respecto a la jeringuilla y el líquido azulado alegó que únicamente pretendía refrescar los pies al marido.

La Policía aún no ha podido tomar declaración a Pedro C., ya que sigue en estado smiinconsciente y sin poder articular palabra. Agentes de la comisaría de Getafe están tratando de establecer algúna relación entre el incendio del coche y la mujer de la víctima.