El uso generalizado de la litotricia extracorpórea, que elimina mediante ondas de forma fácil y rápida los cálculos renales, casi ha conseguido erradicar la estrategia de esperar la expulsión con dolor controlado.

Durante las III Jornadas de la Sociedad Urológica Madrileña, el profesor Remigio Vela Navarrete, jefe del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, aseguró que la litotricia merce por sí misma un lugar destacado entre los avances médicos más importantes del último cuarto de siglo.

La litotricia extracorpórea consiste en la utilización de un aparato, el litotritor, mediante el que se emiten ondas de alta energía dirigidas a los cálculos de los riñones. Estas sondas pulverizan los cálculos en pequeños fragmentos, de forma que pueden ser eliminados más fácilmente por la orina.

"Además de ser altamente eficaz y no dolorosa, la litotricia extracorpórea resuelve el problema dl cólico nefrítico sin ingreso ni anestesia, posibilitando que el paciente continúe con su ritmo de vida habitual", añade.

Explicó que los pacientes con piedras pueden sufrir al año varios cólicos nefríticos. Los cálculos renales se componen de sustancias normales presentes en la orina, que por diferentes razones se han concentrado y solidificado en fragmentos de mayor o menor tamaño.

"Los cólicos nefríticos provocan un dolor intentísimo que aparece en la zona lumbar y se irradia hacia los genitaes, y que se asocia a náuseas, vómitos, sudoración y sensación de hinchazón abdominal", afirma el profesor Vela Navarrete.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Tras la eliminación de los cálculos renales por este sistema, el paciente debe llevar a cabo una serie de medidas preventivas que eviten o retrasen la aparición de un nuevo cólico nefrítico, ya que la mitad de las personas que han sufrido un cálculo vuelve a tener otro antes de 10 años.

Entre estas medidas destacan ingerir 3 litros de líquido diarios, un alimentación equilibrada y variada, evitar las infecciones urinarias y tratarlas correctamente si aparecen.