En declaraciones a Servimedia, Rosa Ruiz, gerente de la federación, insistió en que unidades de este tipo no pueden limitarse a atender exclusivamente las crisis de los niños y adolescentes con problemas mentales, sino que deben estar coordinadas con el resto de los dispositivos ambulatorios, tanto sanitarios como sociales.

Para este colectivo de familiares, los problemas de salu mental de la población infantil y adolescente deben contar con un tratamiento integral, involucrando recursos rehabilitadores, educativos y servicios sociales.

"Hay que planificar con qué niveles de apoyo vuelven al colegio, y con qué ayuda social contará la familia para que el crio pueda participar en actividades sociales y de ocio en casas de juventud o ludotecas, si existen", explicó.

Esperan que esta unidad sirva de motor para mejorar la coordinación de los recursos y el seguimiento de estospacientes en la región para evitar las situaciones de crisis, las recaidas y, en definitiva, que la enfermedad se cronifique.