Provistos de mazas y otros objetos contundentes, los ladrones llegaban hasta el comercio elegido siempre a bordo de un vehículo robado. Ocultaban sus rostros con pasamontañas o pañuelos y siempre iban provistos de guantes para evitar dejar huellas. Solían perpetrar entre 2 y 3 robos cada noche y, tras los asaltos, abandonaban el coche sustraído.

El grupo XIII de la Brigada de Policía Judicial de Madrid estaba tras la pista de este grupo desde el pasado mes de diciembre, cuando fueron deteidos 17 miembros de la "banda del filete", acusados de 111 delitos contra el patrimonio, muchos de ellos asaltos a gasolineras.

Sin embargo, un pequeño grupo, integrado por cuatro jóvenes, logró eludir entonces la acción policial y siguieron con sus fechorías, de forma que desde diciembre cometieron 19 nuevos asaltos.