MADRID. DETENIDOS EN BARAJAS DOS SUPUESTOS MIEMBROS DE UNA ORGANIZACION INTERNACIONAL DE LADRONES DE COCHES
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Dos ciudadanos búlgaros, de 24 y 28 años, supuestos miembros de una organización internacional que se dedica a la sustración de vehículos de lujo para revenderlos en países del Este Europeo y en Africa, han sido detenidos en el aparcamiento de Barajas, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía.
En el momento de a detención, los dos individuos, que usaban varias identidades, ocupaban un Alfa Romeo con matrícula EH 6241-A. Los agentes comprobaron que en la localidad italiana de Asti se había denunciado el robo de dicho coche y que la matrícula que portaba era falsa.
Dentro del vehículo, la Policía encontró un oficio de la agencia tributaria en el que consta la regularización fiscal del Alfa Romeo, carta verde y póliza de seguro, además de cinco destornilladores, siete limas pequeñas, tenazas, alicates y llavespara tuercas de seguridad.
La investigación que dió lugar a la detención comenzó a primero de abril, cuando varios pasajeros denunciaron ante la Comisaría de Barajas que les habían robado el coche en el aparcamiento del aeropuerto, donde lo habían dejado con motivo de algún viaje. En la mayoría de los casos, se trababa de vehículos nuevos y de lujo.
Ante la sospecha de que detrás de los robos podía estar un grupo organizado, la Policía estableció un servicio de investigación y vigilancia. Así, elpasado lunes, los agentes localizaron un Seat Ibiza que había sido sustraído el día anterior. Al insepeccionarlo, encontraron llaves vírgenes, bombines de cerraduras, limas y otras herramientas. Nadié acudió a hacerse cargo del Seat, que fue vigilado durante un tiempo prudencial, según las mismas fuentes.
Dos días más tarde, los agentes descubrían el Alfa Romeo antes mencionado. Estaba ocupado por dos hombres que levantaron las sospechas de la Policía, que procedió a detenerlos en el aeropuerto.
l 'modus operandi' es, según se deduce de las diligencias policiales, el siguiente: Una vez localizado el automóvil a robar, extraían el bombín de una de las puertas o del depósito de gasolina para obtener un duplicado de llave; al mismo tiempo, hacían una pequeña marca encima del faro delantero izquierdo. A continuación, pasaban la llave al encargado de sustraer el vehículo y trasladarlo al país de destino, donde era vendido. El precio variaba según la mayor o menor proximidad a España.
(SERVIMEDIA)
19 Ene 1997
VBR