Entre los detenidos se encuetran los dos máximos responsables de la red, un matrimonio chino que cobraba entre 1 y 2 milloes de pesetas a los orientales que deseaban entrar en nuestro país.

La Policía descubrió tres talleres ubicados en las calles Sierra de los Filabres, Monte Perdido y Josué Lillo, en el distrito de Vallecas, donde los 15 ciudadanos orientales trabajaban en condiciones infrahumanas, sin ningún tipo de higiene, horario o cobertura social; incluso hacían la vida en el mimso lugar, donde cocinaban y dormían.

Dos de estos inmigrantes incluso se ocultaron en una superficie de un metro cuadrado, destinad al toallero del cuarto de baño, para intentar eludir la acción de la Policía.

Hasta hace un año, estos inmigrantes ilegales eran colocados fácilmente en restaurantes asiáticos, pero la saturación de este tipo de trabajo ha provocado que los recien llegados se orienten hacia estos talleres clandestinos.

Por ello, las investigaciones policiales se dirigen en las últimas semanas a la desarticulación de estas industrias, donde se sobreexplota a los trabajadores que además han llegado ilegalmente a nestro país.