Los hechos comenzaron sobre las 16 horas de ayer, cuando dos policías que se encontraban de servicio n la calle Ricardo Ortiz observaron que un motorista intentaba sustraer a una mujer el bolso que llevaba en bandolera.

La mujer, que cayó al suelo y fue arrastrada por el asaltante algunos metros, resultó herida de gravedad y sangraba abundantemente por la cabeza, por lo que tuvo que ser trasladada por una unidad del Samur a un centro médico.

Los agentes que presenciaron los hechos persiguieron al ladrón, al que dieron alcance y detuvieron en un semáforo situado algunos metros más adelante. El tionero tenía tres antecedentes policiales, los dos últimos por atraco y reclamación.

Después de los primeros trámites, entre ellos la lectura de su derechos, pasó a uno de los calabozos. Previamente, como se hace habitualmente, fue cacheado y le retiraron todos los objetos con los que pudiera autolesionarse.

El agente de servicio realizó inspecciones periódicas, tanto en ese calabozo como en los de otros detenidos. Sin embargo, hacia las 17,55 observó un trozo de tela anudado en una pieza metálicaexistente en el visor de la puerta, por lo que abrió inmediatamente y se encontró al detenido con el otro extremo de la tela anudado al cuello y con las piernas flexionadas.

El funcionario dio la alarma e intentó reanimar a Juan Luis B., operación que continuó sin éxito un equipo del Samur. El joven había utilizado para ahorcarse la manga de la camisa de franela que vestía. Dada la escasa altura del visor, aproximadamente metro y medio, el joven hubo de dejarse caer con las piernas flexionadas. Asimiso, había desgarrado una tira de la manta que se le entregó al ingresar en el calabozo.