Los hechos se remontan al pasado 28 de noviembre, cuando unos vecinos encerrados en la Junta Municipal en demanda de vivienda fueron llevados a comisaía por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y, tras tomarles declaración, el inspector jefe B.A.S ordenó su ingreso en los calabozos, orden que fue anulada por el comisario, que ordenó la puesta en libertad de los vecinos.

El comisario explica en la denuncia judicial que su orden de liberar a los vecinos no se ejecutó "y los detenidos pasaron toda la noche en los calabozos de la comisaría, realizando el comisario jefe una nueva apertura de diligencias al día siguiente, ante la desobediencia del citao B.A.S.".

Para su sorpresa, Alonso comprobó que su subordinado no sólo no había cumplido su orden, sino que también le había denunciado ante el jefe superior de Policía de Madrid, Carlos Corrales, por "presionar" para liberar a los detenidos.

En la denuncia, Alonso también señala que ha tenido conocimiento de que B.A.S. ha enviado un escrito a Carlos Corrales, "pretendiendo que el hecho de darle una orden de dejar en libertad de los vecinos detenidos pueda ser motivo de sanción disciplinaria haca mi persona".

La denuncia de B.A.S ante Corrales podría ocasionar el traladado de Alonso a otra comisaría por una orden de la Jefatura Superior de Policía, a cuyo frente está Carlos Corrales. B.A.S. afirmó que Alonso había ordenado la libertad de unos vecinos encerrados en la Junta Municipal de este barrio madrileño, que estaban en el calabozo por mandato del subordinado policial.

Fuentes cercanas al comisario Alonso declararon a Servimedia que "este traslado es una clara represalia contra Alons, hombre progresista. Además, los sindicatos policiales han recibido un anónimo diciendo que no entienden cómo el PP puede mantener a este comisario".

El comisario de Usera añade en su demanda judicial que sabe que los detenidos han interpuesto denuncias ante el Juzgado de Instrucción contra los funcionarios de la policía por los hechos ocurridos el 28 de noviembre.