El consejero Francisco Granados informó de que se trata de un viaducto de unos 40 metros de longitud que se ha comenzado a levantar a la altura del kilómetro 17,8 de la nacional Madrid-Toledo y que unirá, una vez finalizado, las zonas industriales conocidas cmo Cobo Calleja y La Cantueña, que soportan congestiones de circulación a diario.

Las obras se desarrollarán durante los próximos diez meses y supondrán una inversión total de 2,2 millones de euros. Estos trabajos prevén la instalación de una serie de pilas prefabricadas, de tal manera que no será necesario cortar la autovía de Toledo, sino que este puente se podrá construir con pequeños desvíos de tráfico.

Actualmente, se está llevando a cabo el desvío de los servicios que discurren paralelos a a N-401 y, en los próximos meses, comenzarán a instalarse las citadas estructuras, además de habilitar el firme, la iluminación y la señalización.