Este trabajo se ha podido afrontar gracias a que durante estos años el incremento presupuestario de la Agencia Antidroga ha sido espectacular, de un 254%, al pasar de 2.412 millones de pesetas en 1997 a 6.140 en el año 2001.

En materia de atención y tratamiento a los drogodependientes, la Agencia Antidroga ha generalizado los programas de "reducción del daño". Se han multiplicao por más de cuatro las plazas en los programas de metadona para heroinómanos (de 2.004 plazas a finales de 1996 a las 8.152 que refleja la Memoria de la Agencia del año 2000).

También dentro de la filosofía sanitaria de "reducción del daño" se han puesto a disposición de todos los drogodependientes programas de intercambio de jeringuillas y preservativos, que han ido aumentado cada año hasta llegar a prácticamente toda la población de riesgo.

Estas medidas han frenado la transmisión de enfermedaes como el VIH, la tuberculosis y la hepatitis, de forma que los nuevos contagios se han reducido de forma radical entre la población drogodependiente.

DISPOSITIVOS ASISTENCIALES

En un primer momento, la Agencia Antidroga puso en marcha dispositivos móviles (metabuses, metamóviles, Isidrobús, RADAR, NIDO) para realizar labores de "reducción del daño". Según ha ido avanzando la capacidad presupuestaria y humana de la agencia, estos dispositivos se han visto acompañados por otros de carácter fijo y esable, como el Dispositivo Asistencial de Venopunción (DAVE) y los Centros de Emergencia de La Rosilla, Las Rosas y Las Barranquillas.

El DAVE (conocido popularmente como "narcosala) es el único centro sociosanitario de España en el que se permite a los drogodependientes inyectarse su dosis, como primer paso para poder establecer una relación terapéutica con ellos y con el objetivo final de motivarles para que comiencen un tratamiento y se alejen del poblado marginal de Las Barranquillas.

En 1998 e cubrió la necesidad de atender de forma específica a mujeres drogodependientes embarazadas con la creación del único centro de España, el de Los Almendros, en el que pueden convivir con sus hijos pequeños y recién nacidos mientras reciben tratamiento.

En el apartado de necesidades asistenciales específicas, este año 2001 se abrió el Centro de Atención Integral a Cocainómanos, único centro de la red pública sanitaria que atiende específicamente a cocainómanos en España.

Más recientemente, se ha uesto en marcha un proyecto integral de centros de atención para menores adictos a las drogas, que ha dado sus primeros pasos este mismo mes con la apertura del Centro de Apoyo al Tratamiento. Este proyecto integral continuará en 2002 con la apertura de un centro de carácter cerrado para menores drogodependientes incursos en la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, que finalizará en 2003, antes de que termine la legislatura, con una Comunidad Terapéutica para menores.

Además, la Agencia Antidroga hareforzado los programas y la capacidad sanitaria de los 23 Centros de Atención Integral a Drogodependientes (CAID), que ahora prestan atención a alrededor de 16.000 drogodependientes al año, 6.000 más que en 1996.

También forman parte o colaboran en la red de asistencia de la Agencia Antidroga varios pisos de desintoxicación, de apoyo al tratamiento y de reinserción; 3 Unidades de Desintoxicación Hospitalaria; las farmacias que dispensan metadona y la Unidad de Tratamiento y Estudio de las Dependencia, que aúna la labor asistencial con la investigación.

REINSERCION

En reinserción, se ha trabajado con la idea de que el último paso en la rehabilitación de un drogodependiente es encontrar un empleo. Con ese objetivo se han multiplicado los talleres de capacitación laboral y formación de las personas en tratamiento y se creó en el año 2000 un Centro de Orientación Socio-Laboral. Todo este trabajo de varios años está dando sus frutos y en el año 2000, 1.338 drogodependientes en tratamiento consiguiern un empleo.

En prevención, la Agencia Antidroga ha extendido los programas y la información a todos los sectores y colectivos. En los colegios, a través del PPD (Programa de Prevención de las Drogodependencias en centros educativos); en el ámbito laboral, a través de un convenio con los agentes sociales, y en las Fuerzas Armadas, a través de otro convenio con el Mando Regional Centro del Ejército de Tierra.

Durante sus cinco años de funcionamiento, tres médicos han ocupado el puesto de director-erente de la Agencia Antidroga: Alejandro Martín, José Cabrera y el actual, José Manuel Torrecilla. Cerca de 700 personas trabajan actualmente en los centros y programas de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid.