Su declaración ante el Alto Tribunal vasco se produce después de que la fiscalía y el PP presentaran sendas querellas contra Madrazo por las manifestaciones que efectuó en un acto político que Ezker Batua celebró el 13 de abril de 2003, en la localidad guipuzcoana de Eibar, para conmemorar la II República.

En aquella comparecencia, el dirigente de IU-EB criticó la actitud mantenida por el Rey y el resto de la Familia Real respecto a la guerra de Iraq, al no oponerse a ella, y declaró que eseraba que el monarca se hubiese sumado a la condena mayoritaria de la ciudadanía ante el conflicto bélico.

Para el Ministerio Público y el PP, Javier Madrazo habría incurrido en un delito tipificado en el artículo 490 del Código Penal, según el cual quien injurie o calumnie al Rey o a cualquiera de sus ascendientes o descendientes, "en el ejercicio de sus funciones o con motivo u ocasión de éstas", será castigado con la pena de entre seis y dos años de prisión si son graves y con la de multa de seis adoce meses, si no lo son.