Según explican estas organizaciones, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró en 1999 la pradera submarina de esta especie como patrimonio natural de la humanidad por su "inmenso tamaño" (ocho kilómetros) y su capacidad de congregar biodiversidad.

"Esta pradera submarina, que une bajo las aguas las islas de Ibiza y Formentera, se encuentra gravemente amenazada por el Gobierno Español y su proyecto de ampliación del puerto", señalan en un comunicado.

Por esta razón, Ecologistas en Acción y el GEN-GOB han puesto en marcha una "ciberacción" para recabar apoyo por la paralización de este "macroproyecto".