Así se lo comunicó Olona al presidente de Vox, Santiago Abascal, “después de más de tres años dedicada en cuerpo y alma al servicio público, desde la política”, según indica en un comunicado publicado en su cuenta en redes sociales.

“Ha llegado el momento de poner fin a esta etapa por razones médicas ajenas a mi voluntad”, señaló la que fuera diputada nacional del partido, que añadió que “ha sido un privilegio compartir estos años de enorme crecimiento para Vox”, con “miles de kilómetros recorridos, jornadas interminables y la permanente entrega a España”.

Para Olona, ha sido “un honor ser parte de esta familia que no ha perdido la esperanza del cambio que merece España. Una familia cada vez mayor. De quien llevo conmigo su inmenso cariño y ejemplo de militantes, diputados, compañeros y, en especial, de Santiago Abascal, a quien quiero agradecer su confianza”, apostilló.

EL RETO DE LA CAMPAÑA

La que fuera candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía subrayó en su comunicado que logró “concluir la pasada campaña electoral andaluza”, y agradeció “el esfuerzo de todo el partido para hacerlo posible, adaptándose a mis necesidades, protegiendo mi intimidad”, dando a entender que las razones médicas ahora alegadas llevan meses entre sus preocupaciones.

“La salud no entiende de compromisos”, agregó Macarena Olona, que recalcó que ahora debe “afrontar un importante reto personal, por prescripción médica, incompatible con la exposición mediática y la entrega que Andalucía merece y exigiría, en mi nueva responsabilidad”. Además, la exdiputada avanza que no retornará a la actividad política, sino que cuando le sea posible volverá “a mi vocación de servicio público como Abogada del Estado, desde donde seguiré sirviendo a los españoles”.

A través de un mensaje en su perfil de Twitter, el presidente de Vox, Santiago Abascal, aseguró que solo tiene “palabras de gratitud para Macarena Olona” y se mostró convencido de que “el gran servicio que ha prestado a Vox y a España no es nada al lado del que prestará en el futuro”. “En esta casa, que es la suya, siempre tendrá las puertas abiertas”, subrayó Abascal, antes de concluir con un “hasta siempre”.