EL LUNES COMENZARA EL JUICIO CONTRA EL "DESCUARTIZADOR DE CADIZ"

CADIZ
SERVIMEDIA

El próximo lunes comenzará el juicio contra José Juan Martín Montáñez, conocido popularmente como el "descuartizador de Cádiz", para quien el fiscal pide 40 años de cárcel por matar en 1989 a su amigo Javier Suárez Samaniego, descuartizar su cadáver y arrojarlos trozos en el dique de San Felipe.

El fiscal de la Audiencia Provincial gatidana, Manuel Pérez Veiga, pedirá además una indemnización de 30 millones de pesetas para la familia del joven muerto, hijo de un conocido arquitecto.

José Juan Martín, hijo de un policía jubilado, está acusado de asesinato con premeditación, falsificación de documentos, amenazas y profanación de cadáver.

Según las diligencias, el presunto asesino invitó a su amigo a su domicilio. Cuando estaban en casa, le pidió qe cerrase los ojos y le golpeó en la cabeza con la pata de una mesa metálica rellena de arena.

Luego, aprovechando sus conocimientos anatómicos, ya que estudiaba Medicina, le clavó un cuchillo en la corazón "para que no sufriera", según su declaración, y empleó toda la noche en descuartizar el cadáver y guardar los trozos en bolsas de plástico.

Posteriormente trasladó las bolsas andando hasta la punta de San Felipe, distante unos cinco kilómetros de su casa, y las arrojo al agua y entre unos escobros. Buceadores de la Guardia Civil tardaron dos días en encontrar los restos de Suárez Samaniego.

MANOS EN FORMOL

Sin embargo, guardó en formol las dos manos de su amigo Javier y envió una carta anónima a sus familiares, a los que pidió que ingresaran 500.000 pesetas durante 24 semanas en una cuenta corriente que abrió con nombre falso, en una sucursal de la Caja de Ahorros de Cádiz.

En caso de no ser ingresada la cantidad total reclamada, 12 millones de pesetas, amenazó con ir enviándoles deos de las manos de Javier Suárez, al que su familia creyó en un principio secuestrado.

La denuncia de los padres del joven desaparecido y la imprudencia que cometió Martín Montáñez al sacar el dinero usando una tarjeta de crédito, permitió a la policía detenerle.

Los investigadores comprobaron que el joven había alquilado un apartamento, en la calle Villa de Parada, donde guardaba la manos en un frasco de formol.

El detenido confesó su crimen con una frialdad y tranquilidad que dejaron estupfactos a los agentes que le interrogaron, según manifestaron.

José Juan Martín y Javier Suárez eran amigos desde hacía tiempo. El primero estudiaba cuarto curso de Medicina y el segundo era alumno de Ciencias Empresariales. El abogado del acusado, Juan Manuel Jareño, presentará en el juicio los informes que varios doctores en Psiquiatría han realizado sobre su defendido.

(SERVIMEDIA)
06 Abr 1991
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