"Esos acuerdos preelectorales no los entiendo", dijo López de Lerma, quien advirtió además que esa clase de acuerdos no se pueden hacer "en base a cocacolas, fantas o whiskies", en referencia al refrigerio que tomaron ayer los miembros de la comisión de seguimiento del pacto PP-CC en su reunión del Congreso.

López de Lerm dijo con ironía que la racionalidad de los convergentes, "seguramente heredada del derecho romano, dice que los acuerdos se deciden en función de la aritmética parlamentaria y a programas de gobierno" y en ningún caso se pueden dar antes de conocer el resultados electoral.

Pese a estos ataques, el portavoz convergente dijo que las relaciones entre CiU y CC durante toda la legislatura han sido y son "afectuosas".

Sin embargo, el portavoz de CiU arremetió muy duramente contra los canarios a cuentade lo que ha sido la tramitación de la Ley de Extranjería en el Congreso. López de Lerma insistió en que su coalición era partidaria de una legislación moderna que subsanase las lagunas de la proposición de ley salida de la Ponencia, cuya tarea alabó.

En su opinión, la postura de CC "no ha sido precisamente coherente" durante la tramitación del texto y sus enmiendas y se ha limitado a emitir un "discurso obsoleto por preconstitucional" desde la tribuna del Congreso en defensa de posiciones "reaccionaras".

López de Lerma se mostró descontento porque los también socios del Gobierno hayan dejado a CiU "el trabajo decente y con visión de Estado" de elaborar enmiendas, mientras los canarias sólo se han guiado en este asunto por "cuestiones localistas".

A su juicio, en ningún caso estuvo en cuestión el fondo de la Ley de Extranjería sino que la discrepancia entre el PP y CC se debió a "temas político coyunturales y territoriales". López de Lerma llegó a decir que algunas de las conversaciones manteidas con dirigentes de CC le producían vergüenza ajerna, aunque adviertió que "por discrección" no revelará su contenido.