LOLA FLORES. LA AUSTERIDAD Y LA SENCILLEZ PRESIDIERON EL ENTIERRO DE LOLA FLORES, AL QUE ASISTIERON MILES DE PERSONAS
- Los acordes de "La Zarzamora", único deseo cumplido sobre el sepelio que imaginó "La Faraona"
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El entierro de Lola Flores, poco después del mediodía de hoy, estuvo marcado por la sencillez y la austeridad. En apenas diez minutos pasó su féretro del coche fúnebre al panteón familiar en el cementerio de La Almudena de Madrid, entre lo vítores y los llantos de los miles de asistentes congregados en el recinto.
En contraste con el exceso que rodeó la vida de la folclórica, considerada en muchas ocasiones como el paradigma de las estrellas de la prensa del corazón, que vendía las exclusivas de cualquier detalle de su vida y de su familia, Lola Flores fue inhumada con una humildad ejemplar.
Después de recibir durante diecinueve horas la visita de gentes venidas de toda España para darle el último adiós en la capilla ardiente instlada en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, a las 11,28 de esta mañana su cuerpo salió de camino a la necrópolis.
El cortejo fúnebre, compuesto por cuatro coches en los que viajaban los familiares de la artista, acompañados por una multitud de viandantes, recorrió las calles de Goya y Alcalá hasta la Plaza de las Ventas y de allí al cementerio por la Avenida Daroca.
ACTO BREVE
El breve responso que el capellán iba a recitar ante el féretro de caoba clara, cubierto por un mantón blanco, qudó relegado por los acontecimientos. El coche fúnebre llegó a las 12,12 horas a La Almudena y el ataúd fue llevado directamente al panteón, sin más celebración ni más música que los gritos emocionados de los asistentes.
A las 12,20 minutos estaba ya cubierta la apertura de la cripta donde, desde hoy, descansa Lola Flores, con los pies descalzos, como fue su voluntad, junto a sus padres, Pedro Flores Pinto y Rosario Ruiz, y su hermano Manolo Flores, fallecido en 1949, a los dieciséis años de edad.
Según sus allegados, no dio tiempo a terminar el otro panteón que Lola Flores y su esposo, Antonio González "Pescaílla", estaban preparando en este mismo cementerio, ya que la muerte de la actriz, cantante y bailaora se adelantó a las previsiones, por lo que la familia decidió que sus restos reposen junto a sus padres.
"LA ZARZAMORA"
Ni la ciudad, ni el cortejo, ni la capilla ardiente han sido los que Lola Flores había imaginado en distintas ocasiones durante su vida. Ella soñó con ser enterrada en evilla y ser trasladada en una esplendorosa carroza seguida de un cortejo de bandas de música que interpretasen "La Zarzamora", una de sus piezas más conocidas. Más recientemente, se imaginó durante una entrevista que su velatorio tendría lugar en el Teatro Calderón de Madrid, el favorito de las folclóricas, rodeada de mariquitas.
Sólo los acordes de la canción de la mujer que embrujaba a los hombres con la luz de sus ojos y que acabó llorando a todas horas sus penas por los rincones, repetidos insistntemente por todas las emisoras de radio y TVE-1, A-3 TV y Telemadrid, las cadenas de televisión que seguieron el acto en directo, han cumplido sus deseos.
Además de los miles de seguidores de "La Faraona" que acudieron primero al Centro Cultural de la Villa de Madrid y luego al cementerio de la Almudena, estuvieron presentes en esta despedida muchos personajes famosos, desde Rocío Jurado y José Ortega Cano hasta Pedro Almodóvar, pasando por Carmen Sevilla, Juanito Valderrama, representaciones de la Jnta de Andalucía y los ayuntamientos de Jerez, Sevilla y Madrid.
(SERVIMEDIA)
17 Mayo 1995
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