Los alpinistas integraban dos grupos diferentes procedentes de Zarauz (Guipúzcoa) y Logroño, pero se unieron para combatir mejor las malas condiciones climatológicas. Todos juntos lograron alcanzar el refugio superior del Ibón de Bachimaña, después de haber intentando la escalada a los picos del Infierno, en Panticosa.

Los siete deportistas se encuentran en buenascondiciones físicas y los equipos de rescate de la Guardia Civil baraja la posibilidad de trasladarlos hasta el Balneario de Panticosa en helicóptero, si las condiciones meteorológicas lo permiten.