Permach declaró ayer que, "si la semana que viene los ocho miembros de la Mesa Nacional (de Batasuna) que estamos llamados a la Audiencia Nacional somos encarcelados, el proceso va a entrar en una situación de bloqueo cuyas consecuencias tendrá que medir el Estado español".

En una rueda de prensa en la sede de Izquierda Unida en Madrid, Llamazares explicó que "sobran aquéllos que se sitúan de manera intransigente frente al proceso de paz y aquéllos que chantajean para tener mejores posiciones en el mismo".

En este sentido, advirtió a Batasuna que no puede pretender marcar ella sola los contenidos del proceso y le pidió que recupere el espíritu de Anoeta que "tenía un sentido más trasversal y de consenso".

En cuanto al PP, dijo que "su actitud intransigente demuestra que en esta materia no juega con las cartas boca arriba, lo hace con dos barajas: una de apoyo al Gobierno y otra de patadas en la espinilla cuando aparecen obstáculos y tiene la oportunidad de rentabilizarlos políticamente".

Finalmente, Llamazares pidió que se dé confianza al Gobierno y que haya un compromiso de "todas" las fuerzas políticas para mantener relaciones fluidas sin exclusiones durante el proceso.