En una rueda de prensa en la sede de IU, Llamazares opinó que el texto que entra en vigor hoy "se queda corto", porque en caso de aplicarse de forma "estricta" sólo lograría que la mitad de los inmigrantes que hoy viven y trabajan de forma clandestina en España puedan regularizar su situación.

A su juicio, debería haber otros medios para demostrar el arraigo de los inmigrantes, de modo que no sean los empresarios los únicos que pueden reclamar su regularización, porque "no van a ayudar", si se tiene en cuenta que son precisamente los que mantenían a estos trabajadores en la "irregularidad" y la "explotación".

No obstante, considera positivo que se inicie este proceso, por lo que emplazó al PP a que no utilice de manera "miserable" este reglamento para "lanzar una campaña racista y xenófoba que en este país no cala más que en sectores minoritarios y autoritarios cercanos al PP".

Este mensaje racista se puede amparar también, dijo Llamazares, en una Constitución Europea "fóbica, miedosa y amurallada frente a la inmigración", porque la trata desde el punto de vista "penal" y sin reconocer los derechos de ciudadanía de millones de europeos que "mañana serán decenas de millones", a los que se trata como "parias".