Después de la reunión del Consejo Territorial del PSOE, Jáuregui afirmó en rueda de prensa que estas posturas son legítimas, "pero profundamente disgregadoras y peligrosas" para el modelo de convivencia aprobado con la Constitución.

Además, consideró que la declaración de Lizarra margina al PP y PSOE, y advirtió que ninguna propuesta de pacificación debe hacerse sin contar con alguno de os partidos que tienen representación en Euskadi.

En este sentido, criticó al lehendakari, Jose Antonio Ardanza, por quitar importancia a los partidos de ámbito estatal en la estrategia de pacificación del País Vasco, y pidió a todas las fuerzas "un mínimo de seriedad y de respeto" ante un tema tan delicado como la lucha contra el terrorismo.

Ante esta situación, emplazó al Gobierno a tomar la iniciativa y añadió que la situación creada es consecuencia de la falta de rumbo del PP en política autoómica.

Anunció la puesta en marcha de una campaña en favor de la Constitución e insistió en que el PP "hace agua" en su política territorial. Prueba de ello, prosiguó, es su negativa a celebrar el debate sobre el Estado de las Autonomías, que obedece "a su miedo infinito a enfrentarse a un debate sobre algo que sabe que no va bien".