Además, el impuesto supone casi la mitad del valor de mercado de una bebida de 40 grados (456 pesetas por litro, que a partir de enero serán 492,4), lo que obliga a los licoreros a adelantar de su bolsillo cerca de la mitad de su facturación al menos durante un mes.

La FEBE considera quesi la enmienda de CiU es finalmente aprobada por el Parlamento, ésta "contribuirá a mitigar el grave desajuste temporal existente entre los pagos de los impuestos que se realizan a la Hacienda pública y los cobros que se reciben de los clientes tras la entrega de la mercancía".

Asimismo, el sector de bebidas espirituosas continúa reclamando una política fiscal gradual para el futuro, "para evitar subidas bruscas y repentinas de los impuestos especiales. Esta demanda, formulada por representantes de FEE de manera reiterada a los diferentes secretarios de Estado de Hacienda, permitirá equilibrar las necesidades recaudatorias y otorgar estabilidad a este sector", argumentan los fabricantes.

La FEBE anunció también que a partir del 1 de enero de 2002, los licores incrementarán su precio de venta al público hasta un 4% en la Península y un 20% en Canarias debido a la subida de impuestos.