En rueda de prensa, los autores explicaron que en este libro se pueden encontrar relatos reales de personajes que han estado relacionados directa o indirectamente con la banda, además de otros documentos inéditos incautados en 2003 por la policía en el momento de la detención del primer "latin king" español, el ecuatoriano Eric.

Entre estos documentos, presentan una copia traducida del manifiesto de los "Latin Kings", denominado "Literatura Sagrada", además de otros escritos que muestran el organigrama de la organización en España, los modos de actuación, los castigos estipulados por la banda para quien desobedece las normas o la simbología que utilizan.

Según explicó Botello, este libro "es un aviso de lo que le viene encima a la sociedad española", si no es capaz de solventar el vandalismo que ejercen este tipo de bandas. A través de él, explicó, han querido "desmitificar" el fenómeno de los "Latin Kings" y evitar que sus acciones no perjudiquen al resto de la comunidad latinoamericana.

En "Reyes Latinos" se dan a conocer historias como la de Margarita, madre de una "latin queen" de 15 años que intenta salir de la banda, y que se ve sometida a todo tipo de agresiones físicas y psicológicas por intentarlo, ante la imposibilidad de recibir ningún tipo de protección policial.

Del mismo modo, en el libro también se explica la convivencia entre los "Latin Kings", unos 400 en la Comunidad de Madrid, y su banda banda rival, los "Ñetas", también presentes en España, aunque en menor medida, con unos 280 miembros en la capital española.

FALTA DE COORDINACIÓN

Durante la presentación del libro también estuvo presente el experto en bandas latinas y portavoz de la Confederación Española de Policía, Isidoro Zamorano, quien destacó la falta de coordinación entre el Cuerpo Nacional de Policía y las fuerzas de seguridad autonómicas del País Vasco y de Cataluña.

Zamorano criticó además que es necesario cambiar el sistema legislativo español para poder dar protección a aquellos que se vean perjudicados por este problema de bandas callejeras, puesto que, con el sistema actual, a los "Latin Kings" que detienen "tan sólo se les toma declaración y poco después quedan en libertad".

Del mismo modo, reflejó la falta de medios, como chalecos antibalas o coches de patrullar, con la que los policías tienen que enfrentarse a estas bandas, cuyos miembros van armados en numerosas ocasiones.