La campaña, que durará hasta el próximo verano, consistirá, básicamente, en enviar al Papa, al nuncio de la Santa Sede en nuestro país y a la jerarquía nacional cartas remitidas por particulares y asociaciones conservacionistas de todo el mundo e las que pedirán la prohibición de actos de barbarie.

"El objetivo de estas cartas", según fuentes de ALA, "es rogar a la Iglesia española que se defina públicamente contra las torturas de animales que en los pueblos españoles se hacen en nombre del santo patrón de la localidad, y para evitar que los sacerdotes locales den un viso de apoyo eclesial a los brutales actos, que repugnan la razón y la fe de los creyentes".

En opinión de la asociación ALA, el papa Juan Pablo II ha reconocido en numeross ocasiones "la sensibilidad y capacidad de sufrir" de los animales, por lo cual ha exigido "que el hombre no les haga ningún mal ni tortura física".

ALA ha enviado cientos de requerimientos a sus socios en todo el mundo para que envíen cartas a la jerarquía católica española, en las que pidan a los obispos y sacerdotes que no se conviertan en "cómplices de semejantes atrocidades".