La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, aseguró en la defensa del texto que se trata de una ley "que no va contra nadie", sino "a favor de la salud de todos", y que lo que hoy se ve como "un riesgo económico" por parte de algunos sectores, pronto se percibirá como algo positivo.

Salgado recordó que los objetivos principales de la ley son evitar el inicio del hábito tabáquico, garantizar a los no fumadores el derecho a respirar aire sin humo y facilitar el camino a quienes desean dejar de fumar.

Con respecto a la financiación de fármacos para ayudar a los fumadores a dejar el hábito del tabaco, la diputada del Partido Popular María Dolores Paz dijo que es algo que debería recogerse en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y una "obligación, al menos moral", de la ministra del ramo.

Con posterioridad a la votación de la ley, la ministra declaró a los periodistas que el objetivo es reducir un 5% el número de fumadores en los próximos dos años. Añadió que, además, quienes sigan fumando lo harán en menos cantidad, porque habrá un gran número de espacios públicos en los que estará prohibido.

Por otra parte, la ley dice que incurrirá en una infracción leve quien fume en lugares en que esté prohibido hacerlo o fuera de las zonas habilitadas para ello y en una sanción grave las personas responsables que permitan estas conductas.

Asimismo, la Cámara Baja ha aprobado otra proposición del Senado que pedía que se considere una infracción grave la acumulación de tres leves, con el fin de sanicionar adecuadamente el incumplimiento reiterado de la norma en este punto.

En este sentido, Coalición Canaria indicó que el capítulo de las sanciones es muy importante, pero que está aún falto de contenido, ya que ni las comunidades autónomas ni los cuerpos y fuerzas de seguridad tienen instrucciones concretas para hacer cumplir este aspecto de la norma.

El Congreso de los Diputados ha ratificado también la enmienda del Senado de dar tres años, en lugar de uno, a la Fórmula 1 para adaptarse a la norma y permitirle así la posibilidad de introducir publicidad relativa al tabaco en los bólidos y uniformes de los deportistas.

La ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, establece en su artículo 7 la prohibición de fumar totalmente en centros de trabajo públicos y privados.

Igualmene, lo prohibe en centros, servicios o establecimientos sanitarios, salvo prescripción facultativa en casos en que no fumar pueda causar crisis nerviosas; en centros docentes; instalaciones deportivas, centros comerciales; medios de transporte; estaciones de servicio y ascensores, entre otros lugares.

Además, el texto prohibe la venta de tabaco en centros y dependencias de las administraciones públicas, en centros sanitarios, en centros docentes y culturales, así como en instalaciones deportivas.

No obstante, se permite la habilitación de zonas para fumar en bares y restaurantes con más de 100 metros cuadrados, salas de fiesta, teatros, aeropuertos y estaciones de autobuses, marítimas y ferroviarias.