En un comunicado de prensa, SEPAR asegura que la legionella se ha convertido en una auténtica "plaga" en España, con más de 2.000 afectados desde 1996. Advierten deque el índice de mortalidad de la legionella no supera el 6 por ciento si se trata a tiempo, pero, si pasan más de 48 horas, el índice puede subir al 25 por ciento.

El presidente del grupo de trabajo sobre infecciones respiratorias de esta sociedad científica y neumólogo del Hospital Clinico de Barcelona, doctor Antonio Torres Martí, explicó que la prevención es "relativamente fácil" de establecer en comunidades cerradas, como hospitales, escuelas o campamentos militares, pero en otras circunstancias uede ser más difícil frenar el cultivo y propagación de la bacteria responsable de la infección.

Por su parte, el especialista en neumología de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), doctor Nicolás González Mangado, sostiene que la legionella es más peligrosa "cuando uno no sabe que la tiene", por lo que recomienda que ante síntomas como malestar general, tos, vómitos y diarreas se acuda al hospital "para salir de dudas".

"La infección es fácilmente detectable y tratable, y afecta a una reducida pobación con riesgo, que abarca ancianos, enfermos crónicos, fumadores y personas inmunodeprimidas o con afecciones de tipo respiratorio", matizó este médico.

Ambos neumólogos están de acuerdo en calificar a la legionella de "enfermedad emergente", dada su relación con el desarrollo de las nuevas tecnologías y las instalaciones modernas de control de calor. Muchos de los focos de infección suelen estar en los aparatos de refrigeración de los grandes edificios, que favorecen la persistencia de aerosoles e el ambiente y provocan con ello el aumento en la incidencia de la enfermedad.