LAZARO CARRETER PRESENTA "EL NUEVO DARDO EN LA PALABRA", QUE APUNTA, DE NUEVO, CONTRA POLITICOS Y PERIODISTAS
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El académico de la Lengua Fernando Lázaro Carreter presentó hoy "El nuevo dardo en la palabra", una recopilación de artículos publicados en "El País" en los que arremete contra lo que define como "zonas del idioma convertidas en un potaje sin tonos, impuesto por personas y personajes con resonante voz pública, cuyos sesos pintan con brocha gorda lo que piensan", e alusión, sobre todo, a políticos y periodistas.
Segunda compilación de textos escritos en los últimos cuatro años, "El nuevo dardo en la palabra" advierte, una vez más, de las distorsiones linguísticas que a diario "corroen nuestro idioma", escribe su autor.
Las tertulias radiofónicas, los concursos de televisión, los manuales de instrucciones o los programas deportivos son fuente de inspiración y documentación para el académico español, quien observa, no sin preocupación, los avances que sobre l terreno experimentan expresiones como el añadido "súper" a cualquier adjetivo, una "tumescencia verbal", afirma, que "ataca a millares de ciudadanos veinteañeros, y a una multitud talluda contagiada de su inmunodeficiencia idiomática".
En las administraciones y sus gestores también hace diana el dardo de Lázaro Carreter, quien, con sorna, se pregunta qué es eso de aumentar el número de "camas convencionales" en un centro sanitario, como si existieran camas "convencionales" y otras que no lo son.
En sus 250 páginas, "El nuevo dardo en la palabra" cuestiona el uso de expresiones como "en sede parlamentaria" (por Parlamento sin más), "violencia de género" (influencia del vocablo inglés 'gender') o, sobre todo en información deportiva, "perder la verticalidad" (por, simplemente, caerse al suelo).
Dice Lázaro Carreter de quienes hacen uso de éstas y otras expresiones igualmente innecesarias que "cada vez es mayor el número de quienes emplean las palabras según ocurrencia, lo cual anuncia que al epañol va a sucederlo otro idioma: el guirigay".
"Dar luz verde" (por aprobar algo), "en otro orden de cosas" o "la polémica está servida" son expresiones, entre otras muchas que cita el autor, igualmente rechazables, pero de uso común entre periodistas y políticos. Estos últimos, curiosamente, parecen querer revivir una etapa anterior de su vida cuando, al referirse a su gestión, afirman, habitualmente, andar "con los deberes hechos".
En cuestiones ortográficas, llamada de atención para la compaña Telefónica por suprimir en su rótulo oficial la tilde en la letra "o", pese a que los diseñadores del mismo aseguran que aquella queda resuelta con una leve prolongación de la letra "f".
EL ESTOQUE APROPIADO
En contra de lo que pudiera pensarse, el uso de tacos no encabeza el listado de reprimendas linguísticas. Para Lázaro Carreter, "el taco en si no resulta abominable cuando entra como un estoque en la charla confianzuda, oportuno, en su sitio". Si bien, precisa que sí "es síntoma de hambruna metal eyacularlos (los tacos) en público y reírlos", particularmente a través de los medios de comunicación.
Recuerda el académico que "hablar mal no es una cuestión de estilo equiparable a estirar el dedo meñique en el momento del brindis, quien habla y escribe mal piensa mal, poco o nada; casos todos ellos de reducción del lenguaje y, por tanto, de la mente".
(SERVIMEDIA)
21 Ene 2003
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