Laborda afirmó que las críticas vertidas por Barrero contra el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, por la oposición de éste al nuevo modelo de financiación autonómica, suponen la ruptura de un "pacto no escrito", que obligaba a los presidentes del Senado a ser independientes y no realizar valoraciones políticas.

En opiión de Laborda, la confrontación con Rodríguez Ibarra supone que Barrero ha puesto la presidencia del Senado "al servicio de una estrategia de oposición" del Gobierno a la Comunidad de Extremadura.

En virtud de este acuerdo no escrito, Laborda aseguró que él mismo dejó de ser secretario general de los socialistas en Castilla y León cuando asumió la presidencia de la Cámara Baja.

El portavoz socialista anadió que no pide a Barrero que dimita, pero le anuncia que su grupo parlamentario va a tomar ua serie de medidas para garantizar que los presidentes de esta Cámara actúen con independencia.

Entre estas medidas, citó que su grupo parlamentario pedirá a la Junta de Portavoces del Senado que trate el tema y que estudie la posibilidad de que el pacto tácito existente hasta ahora sea reflejado por escrito como un "texto de reglas de juego".

Este texto haría incompatible ser al mismo tiempo presidente de la Cámara Alta y ocupar un cargo de responsabilidad en un partido político, como sucede ahoa con Barrero.