La sociedad quedó constituida con un capital social de 50 millones de pesetas y en ella participarán el Gobierno vasco, a través de la Socedad para la Promoción y la Reconversión Industrial (Spri), con el 51%; la Kutxa, con el 25%; la Diputación de Guipúzcoa, con el 19%, y el Ayuntamiento donostiarra, con el 5%.

El parque, que será construido en suelo propiedad de la entidad financiera, constará de unas 200 viviendas, 22.000 metros cuadrados de techo para oficinas, 20 parcelas de parque tecnológico con una cobertura de unos 100.000 metros cuadrados de techo, dos piscinas, pasarelas, picnis y otra serie de servicios.

Según el presidnte de la Kutxa, Fernando Spagnolo, la Caja no tiene ningún interés inmobiliario en el parque, sino que su plenteamiento es mixto, "en el que se integran dos explotaciones que puedan ser rentables: viviendas y oficinas, y el dinero que Kutxa pretende obtener lo invierte subvencionando el precio que, sobre el terreno y la urbanización, se va a trasladar a esta sociedad".

Los 4.000 millones de pesetas que la Kutxa invertirá en este proyecto pretende recuperarlos, según Spagnolo, "en parte, que no en su otalidad, a través de la explotación de los edificios que se van a construir".

Por su parte, el vicepresidente para Asuntos Económicos del Gobierno vasco, Jon Azúa, realizó una apuesta de futuro hacia el parque tecnológico y aseguró que su construcción supone plantar la "semilla para otros proyectos", como la creación en Guipúzcoa del Centro de Empresas e Innovación Tecnológica, en el que también particiará la Kutxa, o la entrada en la red de parques tecnológicos, tanto del arco atlántico como de Euroa.

Los responsables de la sociedad del parque señalaron que ya han recibido varias solicitudes de empresas para instalarse en el parque tecnológico.