En sendos comunicados, los dos colectivos ecologistas reprocharon a las autoridades niponas que sigan la estela del Gobierno norteamericano de oposición a Kioto.

Para Greenpeace, el acuerdo de Kioto sólo puede sobrevivir "si Japón abandona su pretensión de intentar darle la vuelta a la línea dura de Bush de rechazo del protocolo y se compromete a ratificar".

Greenpeace recuerda que el acuerdo puede entrar envigor sin la firma de Washington si Tokio lo suscribe, porque se lograría el 55% de países necesarios para cumplir los requisitos de aplicación establecidos.

En opinión de WWWF/Adena, la economía de Japón podría beneficiarse enormemente con la ratificación de Kioto, según lo atestiguan diversos informes, "por lo que resulta difícil comprender por qué el Gobierno y la industria de este país se resisten".