El condenado entró el pasado día 18 de diciembre en un terreno ubicado en el paraje denominado Huertas de Manolete del Valle de Santa Lucía, en el término municipal de Cabañas del Castillo (Cáceres). El área en la que decidió cazar está sometida a un régimen cinegético especial, siendo el dueño la Sociedad Local Deportiva de Caza San Bernardino.

Utilizando su escopeta, abatió un jabalí cuyo valor cinegético es de 25.000 pesetas. n su resolución, el juez asegura que el acusado sabía perfectamente el terreno en el que estaba cazando.

El furtivo no tenía permiso del dueño de la finca y cazaba en la llamada línea de retranca (alineación de puestos situada a la espalda de los que baten). A esto se une que la licencia de caza de que disponía estaba caducada y que mató al jabalí con postas, en vez de con perdigón normal.