Junqueras se abstuvo así, en su intervención en esta tribuna informativa organizada por Nueva Economía Fórum en Barcelona, de apuntar a la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuyo cese han pedido otros portavoces de ERC, e incluso de señalar a la ya destituida exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia Paz Esteban.

El presidente de ERC optó por una reflexión más general cuando se le preguntó por los retos políticos que tiene Cataluña, y él constató que son “los mismos en todo el mundo”. En concreto, enumeró dos: “cómo se relacionan los estados que quieren convertirse en naciones y las naciones que quieren convertirse en estados” y, por otro lado, la relación “entre el conjunto de los estados y los derechos individuales”.

Dentro de este segundo enmarcó la necesidad de un “equilibrio entre la estatalidad y los derechos humanos”, entre “el consenso y la coerción”. Como historiador, interpretó que “la realidad se ha basado en la búsqueda de esos equilibrios”, y citó al exgobernante de Atenas Pericles cuando estableció que "las bases del republicanismo son garantizar los derechos individuales frente a los abusos del Estado y el bien común frente a los abusos de los egoísmos individuales”.

Junqueras dijo que ahora este difícil equilibrio se está viviendo “con especial intensidad y especial crudeza”, al comprobarse que sectores del Estado “se dedican a espiar a ciudadanos”. He aquí, por tanto, un “ejemplo de cómo el Estado se puede convertir en una amenaza para los derechos fundamentales de la ciudadanía”.

Ante ello, sostuvo que “la obligación de cualquier demócrata es defender estos derechos fundamentales, estas libertades básicas. Por una parte, con una “exigencia de transparencia”, porque “todos deberíamos estar interesados en saber qué ha pasado, quién ha ordenado el espionaje, cuánto ha durado, cuándo empezó y cuántas veces” se produjo. Según reconoció, ”es imposible fijar la asunción de responsabilidades imprescindible hasta que no sepamos en detalle exactamente qué ha pasado”.

Según Junqueras, se ha de aclarar si, con lo que se sabe del espionaje con Pegasus, “estamos hablando de la punta del iceberg, de un iceberg o de una colección de icebergs”. Por último, el presidente de ERC exigió “garantías de que no vuelva a pasar”, y, de nuevo, negándose a que la cuestión se acote en que los espiados fueron principalmente independentistas, concluyó que “cualquier demócrata debería estar interesado en que esto no vuelva a pasar”.