"España", añadió, "está en el camino de colocarse en una posición fuerte si no hacemos el cafre demasiado. En caso contrario, podemos caer, y ahí reside la gran responsabilidad de los sindicatos, que yo creo que no están ejercendo".

Pascual advirtió contra la tentación de creer que los países "tienen cristalizada su posición relativa en el mundo, porque eso no es verdad, como lo demuestra que Argentina, a principios de siglo, era cuatro veces más rica que Alemania".

El secretario general de Confemetal, considerada como la patronal más influyente dentro de la CEOE, resaltó el contraste que hay entre el papel "enormemente positivo" que los sindicatos jugaron durante la transición de la dictadura a la democracia y su acttud presente, que calificó de "irresponsabilidad sindical y política".

A su juicio, esto se explica porque el objetivo real de UGT y CCOO al convocar la huelga general podría ser derribar al ministro de Economía, Carlos Solchaga, "si es que no pican más alto", añadió, en clara alusión a Felipe González.

Por otra parte, Pascual señaló que la regulación legal de la huelga debería ser más rigurosa, exigiendo a los sindicatos convocantes de los paros el pago de indemnizaciones por los daños causados on motivo de movilizaciones ilegales y despidiendo a quienes incumplan los servicios mínimos o participen en piquetes violentos.

SI AL PLAN DE CONVERGENCIA

En relación al Plan de Convergencia, Pascual afirmó que "no hay otra manera" de cumplir las condiciones de Maastricht, y mostró su apoyo a la decisión del Gobierno de reducir el déficit público hasta el 1 por ciento del PIB a finales de 1996, dos puntos por debajo del tope impuesto por la Comunidad.

En su opinión, el plan recoge muchas de la críticas que se han realizado durante los últimos años desde ámbitos empresariales y, por tanto, sería absurdo que ahora no recibiera su apoyo, independientemente de cual sea la actitud del centro derecha político.

Dentro de dicho plan, consideró que el decreto del seguro de desempleo tiene el defecto de eliminar el contrato temporal de fomento del empleo de seis meses, medida que tildó de "concesión a los sindicatos y contraria a los intereses de los trabajadores".

Las lineas básicas del decret son positivas, según Pascual. "Al parado hay que ayudarle, pero no enaltecer su figura, como si esa situación fuera la buena, y si hay algún pícaro que quiere permanecer en ella, hay que montar lo mecanismos para eliminar la prestación", apostilló.

A su juicio, uno de los grandes problemas para sacar adelante el Plan de Convergencia estriba en que "los españoles, incluida la mayoría de la clase ilustrada, no saben lo que es el mercado único ni lo que representa Maastricht, aunque su cultura económicaha mejorado en los últimos años".

Respecto a la marcha de la economía a corto plazo, Pascual auguró que la reactivación no se producirá hasta principios del 93, varios meses después de que comience en Estados Unidos, y que los tipos de interés no se reducirán mientras que la inflación no ceda.

"El que diga lo contrario sobre los tipos de interés, o miente o no sabe lo que dice. Mientras no esté controlada la inflación en los núcleos más resistentes, como el sector servicios, y el déficit público o se modere, no bajará el precio del dinero", señaló.

A su juicio, la política monetaria aplicada por el Banco de España es la única posible "lo que ocurre es que debería ir acompañada de una política fiscal y medidas estructurales que hagan menos violentos sus efectos".

DIRIGENTE DE LA PATRONAL EUROPEA DEL METAL

Por otra parte, Julio Pascual, que ha sido elegido hace unas semanas como uno de los seis miembros del Consejo de Dirección de la patronal europea del Metal, cargo que recae por primer vez en un español, apuntó entre las dificultades de este sector el elevado tipo de cambio de la peseta.

"En el sector de transformación metálica, se ha producido un ajuste importante, con sacrificios por parte de trabajadores y empresarios, pero como la peseta se ha apreciado, las ganancias de competitividad se han perdido por el lado monetario", señaló.

Pascual atribuyó su elección como dirigente de la patronal europea del Metal a que "España está de moda" y a que, entre los empresarios extranjros, se admira, además de la transición política, la manera en que sus homólogos españoles se han organizado.